Las tutorías académicas en la Unidad Iztapalapa
La Universidad Autónoma Metropolitana ha demostrado un fuerte compromiso con las tareas sustantivas que le dan sentido y razón a toda institución de educación superior: la docencia, la investigación y la difusión de la cultura. Particularmente, la UAM lo ha hecho a través de un modelo académico caracterizado por su organización en Divisiones y departamentos, donde los profesores son investigadores y docentes. Este modelo ha definido, también, los procesos de enseñanza aprendizaje que se concretan en las aulas, presenciales o virtuales, y las relaciones entre los miembros de la comunidad que participan en dicho proceso; así pues, para la UAM es primordial “establecer mecanismos de información para los alumnos, donde se precise la organización y funcionamiento de la Universidad, así como sus derechos y obligaciones, con el fin de ampliar su participación en las decisiones de la vida universitaria” (UAM, 2001), y se puede añadir, para que sean capaces de transitar exitosamente por su formación profesional. Uno de estos mecanismos son las tutorías académicas.
Ámbito normativo institucional de las tutorías académicas
A nivel institucional, en el Reglamento de ingreso, promoción y permanencia del personal académico se expresa que: “En la docencia, la producción académica trasciende la sola impartición de cursos, … en una amplia experiencia de actividades relacionadas con la formación de recursos humanos a nivel superior, evidenciada a través de la participación en programas tutoriales de licenciatura y posgrado” (UAM, 2000). En congruencia con esta afirmación, la tutoría ya está considerada en el tabulador para ingreso y promoción del personal académico, artículo 7 (TIPPPA, 2019).
Así mismo, la institución reconoce la importancia del acompañamiento tutoral para el logro de los objetivos de aprendizaje, tal como se muestra en los siguientes artículos de las Políticas operacionales de docencia (UAM, 2001) y en el Reglamento del alumnado (s/f), respectivamente:
1 ALUMNOS
1.1 Establecer mecanismos de información para los alumnos, donde se precise la organización y funcionamiento de la Universidad, así como sus derechos y obligaciones, con el fin de ampliar su participación en las decisiones de la vida universitaria.
1.2 Promover que los alumnos asuman un papel activo y responsable en su proceso de formación
1.4 Promover las acciones que se estimen necesarias para ofrecer a los alumnos la oportunidad de cursar sus estudios con calidad académica y en el tiempo adecuado.
5. Planeación, programación y evaluación académicas
5.2 Realizar el seguimiento del desempeño curricular de los alumnos para definir acciones tendientes a disminuir el abandono escolar y favorecer la oportuna conclusión de sus estudios.
6. Ambiente académico y actividades de apoyo
6.3 Promover las condiciones que estimulen en los alumnos su integración y sentido de comunidad.
6.6 Ofrecer a los alumnos modalidades de apoyo universitario que coadyuven a la planeación de su desarrollo académico durante su estancia en la Universidad. (UAM, 2019).
CAPÍTULO II Derechos
ARTÍCULO 4
Los derechos del alumnado son:
XII Obtener asesoría sobre el contenido de las unidades de enseñanza-aprendizaje, así como de los programas y proyectos de investigación, y de preservación y difusión de la cultura.
XIII Recibir orientación vocacional.
En lo que respecta al marco de trabajo de la acción tutoral en la Unidad Iztapalapa y sus Divisiones, se han hecho esfuerzos importantes para definir y orientar las tutorías académicas. En las Políticas Operativas de Docencia de la Unidad Iztapalapa (UAM Iztapalapa, 2003) se establece, entre sus orientaciones relevantes, que las divisiones desarrollarán un sistema de tutorías académicas, por lo que más adelante se crean las Políticas operativas para el desarrollo de las tutorías académicas en la Unidad Iztapalapa (2007), donde se presentan algunos antecedentes y elementos normativos por los que la unidad debe cumplir con la tutoría, define los conceptos más importantes y delimita las políticas sobre las cuales deben crearse los programas de tutorías en las Divisiones (ver anexo), entre las que destacan las siguientes:
2. Asignar un tutor a todo alumno de licenciatura.
4. Fomentar la participación de los distintos órganos e instancias de la Universidad en el desarrollo y operación de los programas de tutorías.
5. Brindar la atención especializada que el alumno requiera a través del apoyo de los órganos e instancias universitarias competentes.
6. Desarrollar procedimientos claros y expeditos para la atención del alumno por parte de los órganos e instancias de la Universidad.
A partir de la definición de dichas políticas para el desarrollo de los programas de tutorías académicas en la unidad, surgen los Lineamientos para las tutorías divisionales. En estos documentos se encuentran definidos los objetivos, los conceptos, los protocolos de operación y los participantes del proceso tutoral, así como sus derechos y obligaciones, para cada división. A partir del análisis de las Políticas operativas para el desarrollo de las tutorías académicas de la unidad y de los lineamientos divisionales, se identifican y se definen los conceptos más importantes relacionados al trabajo tutoral.
Definiciones
Tutoría académica: acompañamiento continuo y sistemático de un profesor a un alumno o grupo de alumnos, o de un grupo de profesores a un grupo de alumnos, a lo largo del proceso de su formación profesional, que se lleva a cabo mediante la atención que proporciona el profesorado al alumnado a través de un proceso de comunicación abierta y constante que echa mano de los recursos e infraestructura con los que cuenta la institución para atender sus necesidades. La tutoría académica tiene como fin dar seguimiento al desempeño escolar del alumnado y orientar en la toma de decisiones del sujeto para favorecer su egreso.
En este punto, es importante distinguir las tutorías de las asesorías, ya que, si bien ambas actividades académicas atienden al proceso de aprendizaje de los alumnos, las asesorías se orientan a la atención y solución de dudas e inquietudes relacionadas a los contenidos temáticos de un curso y son impartidas por los profesores responsables de las UEA; mientras que los tutores deben cumplir con una tarea más amplia de orientación para fortalecer la formación integral y el desarrollo de las trayectorias académicas de los alumnos (DCSH-UAM Iztapalapa, 2012).
Tutor: es el docente asignado a un alumno, o grupo de alumnos, para acompañarlos a lo largo de su formación universitaria y promover su desarrollo integral; así, la función primordial del tutor es establecer una comunicación efectiva con los alumnos, encaminada a lograr en ellos un proceso reflexivo y propositivo en todo lo relacionado con su devenir académico (CBI-UAM Iztapalapa, 2009), por lo que es necesario que el tutor posea conocimientos generales sobre la legislación Universitaria, la operación de los servicios universitarios, los planes de estudio correspondientes, los problemas más comunes que afectan el proceso de enseñanza-aprendizaje y las actividades y recursos disponibles para mejorar el desempeño académico de los alumnos (UAM Iztapalapa, 2007).
Tutorado: es el alumno de licenciatura que recibe el acompañamiento de un profesor, asignado como su tutor, para recibir apoyo y orientación en su proceso de formación durante su trayectoria universitaria. El tutorado tendrá derechos y obligaciones que le ayuden a lograr los objetivos del trabajo tutoral.
Programa de tutorías académicas: es el conjunto de acciones encaminadas a concretar el trabajo tutoral dentro de las Divisiones de la Unidad y, aunque se centra en el tutorado y el tutor, requiere de la colaboración de los directores, los jefes de departamento y los coordinadores de estudios para establecer las líneas de acción que permitirán atender las necesidades relacionadas al desempeño académico del alumnado. Dada la complejidad de esta tarea, el programa de tutorías debe considerar el apoyo de la comunidad.
Funciones del tutor y obligaciones del tutorado
Con base en los lineamientos institucionales, dentro del programa de tutorías
1. Las funciones del tutor son:
a. Establecer, al inicio de la tutoría y en cada trimestre, el plan de trabajo a desarrollar; así como las fechas, horarios y sitios de reunión para las sesiones de tutoría.
b. Utilizar los instrumentos necesarios para el inicio, desarrollo y evaluación de la actividad tutorial.
c. Escuchar al alumno con la finalidad de indicar aspectos que interfieren con su desempeño académico y, en su caso, canalizarlo a las instancias correspondientes.
d. Analizar de manera conjunta con el alumno, las decisiones de carácter académico y dar seguimiento a su trayectoria académica.
e. Orientar al alumno en asuntos relacionados con el perfil y desempeño profesional.
f. Estimular en el alumno su sentido de pertenencia a la institución.
g. Dirigir al alumno a las instancias correspondientes cuando requiera de ayuda de tipo pedagógico o psicológico.
2. Son obligaciones de los alumnos que participan en el Programa de Tutorías de la División, sin menoscabo de los derechos y demás obligaciones estipulados en el Reglamento de Alumnos de la UAM y demás ordenamientos legales aplicables al caso, los siguientes:
a. Participar en el programa con seriedad y responsabilidad.
b. Colaborar con el tutor en el diseño y seguimiento de su plan de tutoría.
c. Asistir y participar activamente en las reuniones acordadas con el tutor, de acuerdo con el plan de tutoría establecido previamente.
d. Cumplir con los requerimientos de su programa de tutoría, tales como participación en cursos, talleres y otros eventos académicos.
e. Participar en el seguimiento y evaluación de la tutoría.
Situación actual de las tutorías en la Unidad Iztapalapa
En cumplimiento a la operación del programa de tutorías, actualmente la Unidad Iztapalapa trabaja sobre las siguientes líneas:
1. Asignación de tutor individual: este es el proceso administrativo que debiera realizarse por procedimiento para cada cohorte de ingreso en las divisiones. En la oficina de la Coordinación Divisional de Docencia y Atención a Alumnos (CODDAA) de cada división existe un responsable de realizar el proceso administrativo de la asignación tutoral, lo que incluye la creación de los archivos necesarios y su envío al sistema de información correspondiente, pudiendo ser el SIIUAM, el SIIPI y el SDIP; sin embargo, la asignación de tutores corresponde a los jefes de departamento, bajo la instrucción del director y con el apoyo de los coordinadores, pues se trata de una actividad relacionada a la docencia.
2. Las tutorías para los becarios: como un requisito de la Coordinación Nacional de Becas de Educación Superior (CNBES), todos los alumnos que reciban el beneficio de una beca de recursos federales, deben cumplir con algunos requisitos mínimos, cómo la regularidad, el promedio mínimo y la asignación de un tutor. En este caso, se recibe por parte del departamento de becas el listado actualizado de becarios en las primeras semanas del trimestre, y cada división realiza la asignación de estos tutores de acuerdo a su propio proceso (1).
3. Asignación de becarios por solicitud: otra forma en la que se realiza la asignación de tutores en la unidad, es la que se realiza a partir de la solicitud de asignación de un tutor específico por parte del alumno. Este proceso se da por distintas causas, entre ellas destacan:
- En algunas licenciaturas se requiere de la autorización del tutor para la solicitud y asignación de materias optativas.
- El estudiante no cuenta con un tutor debido a que no se realizó asignación de estos en la generación de ingreso del alumno.
- El estudiante desarrolla cierta empatía y confianza con un profesor en particular, por lo que solicita el cambio de tutor.
- Cambio de plan o división por parte del alumno, lo que implica un ingreso extemporáneo.
- Se han presentado casos en que el tutor no recibe a los tutorados y se niega a trabajar con ellos, por lo que los estudiantes solicitan un tutor que tenga una mejor actitud.
Debido a que el estudiante puede recurrir a las tutorías por diferentes motivos, es de comprenderse que muchos de ellos acudan por problemas no académicos (familiares, económicos, de salud, etc.), por lo que la confianza es un factor importante a considerar en el alcance y profundidad del ejercicio tutoral; sin embargo, se debe decir que, en estos casos, la labor del tutor se debe limitar a escuchar y canalizar a los estudiantes a las instancias correspondientes (se anexa material de apoyo). Considerando que es derecho de los alumnos contar con apoyo académico a lo largo de formación profesional, se han dispuesto diferentes recursos para apoyar a los estudiantes; entre ellos destacan las asesorías, las consejerías y las tutorías.
4. La tutoría grupal de los cursos complementario en CBI: esta modalidad de tutoría ha estado vigente desde el trimestre 03-O, se brinda con un formato de curso de estudio con una carga horaria de 10 horas por trimestre, que es impartida exclusivamente durante el trimestre cero dentro de los cursos complementarios. En este programa participan únicamente los estudiantes que fueron asignados a este curso (2). En el marco de la contingencia sanitaria y en vista de las circunstancias a las que se han enfrentado los estudiantes, recientemente se ha propuesto un modelo de tutorías grupales centrado en las necesidades del alumnado.
La forma en que se viene proponiendo la labor tutoral en las divisiones de la unidad, parte de un modelo institucionalizado, normado y tradicional, en el que el tutor debiera corresponsabilizarse del aprendizaje del alumno asumiendo un rol de: psicopedagogo, administrador de tiempo, asesor financiero, consejero familiar, entre otros; lo que requiere formación especializada, un compromiso extraordinario y mucho tiempo por parte del tutor. Si bien en el papel, esta propuesta es ideal, en la realidad de las divisiones, considerando sus tiempos y sus recursos, no es viable. Por lo anterior, es que se requiere abordar el ejercicio tutoral desde otras perspectivas colaborativas, incluyentes y flexibles , con énfasis en un modelo de tutorías grupales que permitan enfocar los recursos y que considere a la comunidad, de forma que los resultados del programa puedan ayudar en el desarrollo de cada alumna y alumno. Para lograr lo anterior se requiere de algunas acciones complementarias, entre las que destacamos 3 de ellas:
1. Formación tutoral: es necesario que los profesores desarrollen, amplíen o cambien su percepción sobre las tutorías, por lo que se sugiere un programa de capación permanente, que incluya charlas, conferencias y cursos, donde se pueda mostrar una nueva propuesta de trabajo tutoral que, además de ser efectiva en el logro de sus objetivos, sea percibida como algo factible y accesible por parte de los profesores.
2. Seguimiento a las tutorías: Debido a que la tutoría se considera carga docente, se sugiere que las jefaturas de departamento realicen un seguimiento, cuantitativo y cualitativo, a la labor tutoral de los profesores; lo que no sólo permitirá obtener información importante sobre el efecto de las tutorías, sino también del desempeño del profesor, lo que es de valor en la evaluación de ciertos apoyos y becas.
3. Incluir a la comunidad en las tutorías, específicamente a los alumnos de los trimestres más avanzados, por medio de un programa de tutoría entre pares, que ha demostrado ser muy útil y valioso.
4. Más allá de los comités tutorales en las divisiones, valdría la pena una revisión al modelo de tutorías vigente y la construcción de una propuesta de cómo trabajar las tutorías al interior de cada departamento, pues las necesidades y recursos con los que cuenta cada uno de ellos son distintos, permitiendo el establecimiento de metas y responsabilidades pertinentes y adecuadas para cada uno de ellos.
(1) En el caso particular de las tutorías para los becarios, se observa un fenómeno interesante: Si bien la renovación de la beca se realiza anualmente, o en periodos más amplios si hubo suspensión del recurso, la mayoría de las veces el becario no acude con su tutor durante ese tiempo y sólo busca reunirse para conseguir la firma que avala el trabajo tutoral que se exige como requisito para renovar. Sin embargo, se puede afirmar que un alumno que logró mantener o recuperar la beca es un alumno con ciertas características personales y académicas que le permitieron mantener un buen promedio y ser un alumno regular; esto es, un becario que mantiene su beca no necesariamente requiere de un tutor para avanzar adecuadamente por su carrera. También se debe comentar, que este aspecto suele ser un punto de fricción con algunos tutores que, sin conocer el marco antes mencionado, se niegan a firmar las renovaciones por “falta de trabajo tutoral”, lo que afecta al estudiante, en lugar de motivarlo con respecto a las tutorías.
(2) Las ventajas que reporta este tipo de tutoría es que se considera como una asignatura de estudio, por lo que se cuenta con una asistencia constante, se observa participación activa por parte del estudiante y permite la socialización de los participantes. Entre sus desventajas, destaca el hecho de que lo profesores asignados para impartir esta tutoría no están familiarizados con los contenidos y metodologías de trabajo.
Un modelo de tutorías centrado en el alumno
Ante las circunstancias sociales, humanas y académicas que han derivado de la contingencia sanitaria por la Covid-19, ha sido necesario repensar la forma de ser, hacer y estar en la educación. No cabe duda de que el aislamiento social puso en evidencia muchas fortalezas, permitió desarrollar las oportunidades y también dejó ver carencias y desafíos, tanto a la parte docente, como al alumnado de nuestra comunidad. Alumnos y alumnas tuvieron que adaptarse rápidamente a nuevas formas de estudiar y de formarse profesionalmente, al mismo tiempo que se enfrentaban a problemas familiares, económicos, de salud, de trabajo, e incluso pérdidas familiares.
En el mismo contexto, en la Unidad Iztapalapa, se hizo evidente la necesidad de plantear una nueva forma de hacer docencia, capaz de enfrentar los desafíos impuestos por la pandemia y por el futuro mismo, por lo que recientemente se presentó la propuesta del Modelo Académico de la Unidad, donde se indica que todo el proceso de enseñanza aprendizaje (PAE) debe centrarse en el alumnado, reconociendo que éste participa en una comunidad de aprendizaje (UAM Iztapalapa, 2021). La tutoría académica es parte de este proceso y debe apegarse a los mismos lineamientos. Considerando lo anterior, se ha venido trabajando en la construcción de un nuevo modelo de tutorías que, a partir del reconocimiento de la complejidad de la realidad y de los requerimientos del alumnado, hace un esfuerzo por atender sus necesidades, considerando a toda la comunidad académica.
Al observar que las alumnas y los alumnos de la universidad son seres humanos con: intereses, historias, cualidades, necesidades diferentes, y que están viviendo en contextos complejos, resulta difícil lograr una atención tutoral efectiva si no se cuenta con guía y apoyo para realizarla. En este marco, nos dimos a la tarea de analizar las problemáticas planteadas por un amplio grupo de alumnas y alumnos, de tal forma que sus necesidades se han podido agrupar en cuatro esferas de atención que deben ser atendidas en amplitud y profundidad distintas para cada persona. Dichas esferas se describen a continuación.
Esferas de atención en la tutorias. (Nelly A. Rodríguez, 2019).
a) Consejería: Atención de tipo psicológico o pedagógico orientada a resolver problematicas o necesidades de índole personal y particular. Se realiza por personal especializado en un ambiente de confianza y confidencialidad.
b) Asesorías: Se refiere al apoyo, por parte de profesores o ayudantes, para resolver dudas y preguntas sobre contenidos o temas específicos de las materias que cursa el alumno.
c) Orientación: Atiende las preguntas del alumno relacionadas a trámites y procesos de tipo administrativo, ya sea institucional, de su carrera o de vinculación y extensión universitaria, está a cargo del personal administrativo correspondiente.
d) Tutoría: es el acompañamiento, por parte de un profesor de la licenciatura asignado como tutor o tutora, al alumno o alumna, que está orientado a facilitar el proceso de inserción a la vida académica y a apoyar en la construcción de su devenir académico con el fin de ayudar al logro del perfil de egreso.
En este modelo se parte de reconocer que la tutoría ha rebasado la capacidad institucional, tanto cuantitativamente: muchos alumnos y pocos profesores; como cualitativamente: falta de recursos para la atención psicopedagógica, falta de información sobre trámites y servicios, falta de formación para ofrecer apoyo psicológico, falta de profesores con perfil de tutor, entre otros; lo que se hace aún más evidente en los trimestres con nuevos ingresos. Ante este panorama, la tutoría grupal, que es un tipo de tutoría reconocida en los documentos rectores, se vuelve una opción necesaria. Otra opción probada en diferentes universidades alrededor del mundo, es la tutoría entre pares, que es el acompañamiento de alumnos de trimestres avanzados, a los alumnos de nuevo ingreso.
La tutoría grupal es aquella en la que un profesor, o un grupo de profesores, atiende a un grupo de alumnas y alumnos que comparten características académicas (licenciatura, nivel de avance, problemas de reprobación, etc) y que mantienen un proceso de comunicación constante bajo una metodología particular. Este modelo tutoral tiene las virtudes de:
1) reconocer la complejidad en las necesidades del alumnado,
2) valorar la importancia de toda la comunidad universitaria para apoyarles y acompañarles,
3) plantear la necesidad de recursos e instancias especializados para atender todas las necesidades de las alumnas y alumnos de forma adecuada,
4) definir la importancia del desarrollo de habilidades de comunicación por parte del tutor o la tutora y
5) Integrar el trabajo en tutorías individuales y grupales.
Fuentes de consulta